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Autores/as: M.a Pilar Vaquero , Laura Toxqui
El agua es elemento esencial para la vida. De hecho, el desarrollo evolutivo, social, económico y cultural del hombre ha girado en torno a ella. Los primeros asentamientos humanos se situaron en riberas y cauces de los ríos, del mismo modo que las primeras guerras tenían entre otros motivos el control del agua de abastecimiento. Tanto en regiones de Europa, como de América, Asia y África, se produjeron grandes avances tecnológicos con el único fin de optimizar la utilización del agua disponible. Las religiones politeístas en todo el mundo también atribuyen al agua propiedades divinas y existen uno o varios dioses cuyo hogar y elemento de fuerza es este elemento. En tiempos de la antigua Grecia y Roma aparecen las primeras termas y baños públicos, y al igual que en el Islam el agua pasa a ser no solo un elemento vital, sino también ornamental y de ocio.