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Autores/as: Orlando Terre Camacho
Jugar es el primer acto creativo del ser humano. Existe una recomendación sabía que he aprendido en mi vida profesional y también como gestora de amor con mi primera hija Layla: en el juego como en la vida únicamente el alma de niño sabe lo que quiere. En el juego se genera la creación más humilde y los sueños sin límites de cada niño y cada niña. Un día les dije: el recurso más importante de una escuela es ustedes: los maestros. Es por ello que quiero hoy presentar este formato para que nada les pueda faltar en tan noble ejercicio de trabajar por la primera infancia. Marcar la diferencia es la gran tarea en nuestra gestión y lo estamos haciendo bien y desde el principio. A tener en cuenta. Hemos escuchado decir en más de una oportunidad, que el niño aprende jugando, pero cuando de estimulación y educación infantil se trata ponemos en duda que el juego cumpla significativamente con este requisito, es indispensable organizar la estrategia del juego y direccionar la práctica para obtener los aprendizajes esperados. En la etapa de desarrollo en la Primera Infancia el juego le permite al niño y a la niña no solo disfrutar, sino experimentar y diseñar estrategias individuales para su aprendizaje temprano. Durante esta etapa de vida, jugar es el ejercicio del día a día y la manera más efectiva de sentirse acompañado de un mundo que paulatinamente va descubriendo y conociendo y cambiando a la vez. Pareciera innecesario señalar la importancia y la significación del juego en el proceso de desarrollo infantil, por ser este un hecho con factor dominante admitido en la vida de cada niño y de cada niña. El acto de jugar les proporciona placer y les permite expresar sentimientos que les son propios a la etapa infantil. Para los adultos el juego infantil atrae nuestra atención cuando convivimos con los niños y observamos cómo sus experiencias se transforman, por ser estas la esencia de sus actividades cotidianas y que generan la actividad protagónica, básica y necesaria para alcanzar el máximo potencial de su desarrollo.