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Autores/as: Ángel Emilio Muñoz Cardona
En los últimos años la enseñanza de la Economía, tanto para economistas como para
los que no lo son, se ha basado en modelos matemáticos y estadísticos, que si bien
son fundamentales a la estandarización, proyección y predicción de variables al crecimiento económico, parecen dejar de lado el sentido social de la Economía. En otras
palabras, parecen descartar los esfuerzos producto de los sentimientos de la simpatía
y de la acción solidaria de instituciones civiles o de organizaciones multilaterales para
detener el hambre en el mundo, la pobreza extrema, el desempleo involuntario, la
corrupción política, el inequitativo desarrollo territorial y local o la dependencia tecnológica de los países de economías subdesarrolladas frente a países de economías
desarrolladas.