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Autores/as: Almirall
En medicina se dice que no hay enfermedades, sino enfermos. Con la enseñanza basada en problemas tenemos la oportunidad de extrapolar de lo genérico la enfermedad en todas sus facetas a lo concreto lo que cada paciente explica y tiene. A través de una historia particular debemos establecer un diagnóstico diferencial, seleccionar la mejor prueba para confirmar uno de estos diagnósticos y planificar la estrategia terapéutica para cada paciente, teniendo una visión global de sus comorbilidades y peculiaridades, como ocurre en la práctica diaria. Como en el día a día, se incluyen procesos banales y frecuentes, que a veces suponen un reto terapéutico, y otros casos excepcionales, cuyo estudio es imprescindible para poder identificarlos correctamente cuando se presenten en nuestras consultas.