

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.
Autores/as: Eduardo Morera Serna , Manuel Tomás Barberá
La cara es el espejo del alma y nuestra carta de presentación. Expresa nuestras emociones y resulta muy difícil disimular cualquier defecto o imperfección en ella. La cirugía plástica facial trata de mejorar el aspecto externo, corregir los defectos funcionales y reconstruir las deformidades de la cara. El nombre deriva del término griego girurquiki, que significa cirugía o mano y de plástikos, que quiere decir moldear. Existe constancia de su existencia desde hace 3.500 años.