

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.
Autores/as: Carlos Egea García , Alicia Sarabia Sánchez
Cuando, a las puertas del siglo XXI y tras veinte años desde su aparición, estamos a la espera de que se edite la revisión de la Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía se ha planteado la necesidad de revisar y "pasar a limpo" lo que ha supuesto esta Clasificación en España.