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Autores/as: Luis Rubén Díaz Cepeda
Presumiblemente, para la población en general cuando se habla de migración esta se relaciona con flujos de personas de los llamados países en vías de desarrollo en el sur hacia las naciones industrializadas del norte global; sin embargo, esto no siempre ha sido así, porque la migración se ha dado en todas direcciones, siempre buscando la extensión de la vida.
En este texto, se busca desarrollar, por una parte, una objeción ética en contra de esta noción: el concepto de nacionalidad es, de hecho, frecuentemente empleado por los gobiernos y otras entidades colectivas para excluir y discriminar injustamente a los seres humanos, al asignar y negar beneficios y derechos legales a sujetos y grupos específicos que, desde el punto de vista de los derechos humanos, deben otorgarse a todas las personas por igual, independientemente de su nacionalidad, antecedentes culturales, lugar de origen, etcétera; por otra parte, también se intenta mostrar que el nacionalismo metodológico genera obstáculos teóricos y metodológicos para entender los fenómenos sociales, como la migración y los derechos humanos, así como para justificar los esfuerzos por promover y defender los derechos humanos.