

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0.
Autores/as: Perla Rodríguez González , Alfredo Larrosa Haro , . Benjamín Acosta Cázares , y otros autores
La nutrición ha sido la gran olvidada en los programas curriculares de los médicos. Acaso los pediatras, por su condición de puericultores y por su confrontación con los catastróficos efectos de la malnutrición de los niños, han profundizado en la materia. Los estudios mexicanos sobre desnutrición infantil han trascendido las fronteras y se ha generado una escuela de la que los autores de este texto son orgullosos herederos. Pero en la mayor parte de los profesionales la nutrición es una asignatura superflua o intuitiva; las decisiones las dejan a los padres o a las amas de casa; si se cree que se requiere algo más se envía al dietista o nutricionista; se acomodan forzadamente dietas preelaboradas o acaso se hacen recomendaciones genéricas, poco individualizadas.