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Autores/as: Geraldine de Radigues ,
El estrés forma parte del día a día de los países occidentalizados. De hecho, en los últimos años, el nivel de estrés al que tiene que enfrentarse la mayoría de los trabajadores, en la empresa o en otros lugares, ha aumentado de forma innegable. Esta presión empuja a cada individuo a maximizar su rendimiento, pena de ser amenazado, de sentirse infravalorado o atrapado en objetivos imposibles de alcanzar, controlado durante su trabajo, comparado con los otros colegas, y un largo etcétera. Estas exigencias hacen que la gente esté bajo presión, y por desgracia cada vez hay más casos de depresiones, de burnout o de consumo de ansiolíticos.